Indigestión, o dispepsia, son los términos que se utilizan para describir molestias en la parte superior del abdomen, generalmente durante o después de comer. La indigestión no es una enfermedad en sí sino una serie de síntomas, como acidez, dolor de estómago y de cabeza, náuseas, así como malestar general, que pueden deberse a diversas dolencias.
En ocasiones, una mala digestión puede tener su origen en una enfermedad digestiva, como la acidez gástrica o el síndrome del intestino irritable. Aunque, si no es el caso, la indigestión puede con simples cambios en la dieta y el estilo de vida.
¿Qué causa la digestión?
Algunos factores que pueden desencadenar la indigestión son:- Comer con prisa o mientras se está en movimiento.
- Los alimentos grasos o muy condimentados.
- Exceso de bebidas alcohólicas, cafeína o estimulantes.
- La ansiedad y el estrés.
- Fumar demasiado.
- El consumo de ciertos antibióticos o analgésicos.
¿Cómo evitar la indigestión?
De acuerdo con el Colegio Americano de Gastroenterología, unos ligeros cambios en nuestro estilo de vida pueden resultar beneficiosos para digerir los alimentos de forma correcta y aliviar el malestar:- Hacer cinco o seis comidas pequeñas al día en lugar de tres comidas copiosas, masticando bien los alimentos.
- Realizar ejercicio de forma regular, para evitar el exceso de peso.
- Consumir una dieta equilibrada en la que predominen las verduras y las frutas.
- Dedicar tiempo a actividades relajantes, como el yoga o la meditación.
- Reducir el consumo de chocolate, alimentos picosos o preparados con mucho aceite.
- Ingerir alimentos ricos en fibra.
- Evitar el consumo de aspirina.
Recomendaciones adicionales
Además de las recomendaciones generales para tener una buena digestión, hay numerosos alimentos que pueden ayudarnos a evitar la dispepsia de manera sencilla:- Infusión de canela: la canela ayuda a aliviar la pesadez de estómago. Lo ideal es tomar una taza de canela cuando empieces a notar los primeros síntomas de indigestión, como la aparición de gases.
- Cilantro: es antiinflamatorio y tiene propiedades antisépticas, lo que lo convierte en el aliado ideal contra la indigestión. Alivia el estreñimiento y es eficaz contra cólicos y flatulencias. Puede consumirse como condimento en ensaladas u otros platos.
- Agua caliente: tomar sorbos de agua caliente o templada a lo largo del día tiene un efecto relajante en el estómago y puede contribuir a una buena digestión. Eso sí, se recomienda no beber agua caliente justo antes de acostarse, para evitar el reflujo.
- Enzimas digestivas: es importante incluir enzimas en tu alimentación presentes en frutas como el mango, el aguacate o la papaya, y en otros alimentos como la miel, el jengibre o el kéfir. Además, productos como Stamyl aportan un extra de enzimas digestivas que contribuyen a mejorar los síntomas de una mala digestión y a facilitar la expulsión de gases acumulados en el tubo digestivo.