De acuerdo con datos citados en la Revista de Gastroenterología de Perú, la dispepsia, entendida como cualquier dolor o molestia en la zona alta del abdomen, afecta a alrededor del 20% de la población mundial, aunque sólo un 40% de ellos consulta al médico de cabecera.
Los síntomas incluyen malestar abdominal alto, náuseas, vómitos, saciedad precoz, regurgitación, pirosis y distensión abdominal. Si los padeces, es necesario que inicies un tratamiento que incremente tu calidad de vida.
¿Cuál es el tratamiento para la dispepsia?
Antes de cualquier cosa, debes tener presente que, clínicamente, la dispepsia se puede clasificar como:
Dispepsia orgánica: la patología se genera a causa de alguna lesión del aparato digestivo: gastritis, reflujo, úlcera, etc.
Dispepsia funcional (o no ulcerosa): la enfermedad no obedece a causas orgánicas aparentes. Se relaciona con el aumento de la percepción visceral, alteraciones en la regulación del sistema nervioso central, infección crónica por Helicobacter pylori e incluso factores psicológicos.
En el caso de la dispepsia funcional, rara vez es signo de enfermedad grave y el tratamiento es menos complejo que el que se aplicaría para la dispepsia orgánica, donde los especialistas médicos deben empezar por tratar la lesión que originó la patología.
Respecto al tratamiento farmacológico de la enfermedad, existe una amplia gama de opciones, las cuales escogerá tu médico en la consulta acorde a tus necesidades.
Sin embargo, no todos los pacientes con dispepsia necesitan tratamiento farmacológico, ya que en ciertos casos resulta neficaz. Los profesionales deben promover la modificación del estilo de vida, medida que puede ser efectiva en pacientes con sintomatología leve o moderada.
Ten presente que, entre los factores que pueden agravar los síntomas de esta patología, destacan:
- Masticación insuficiente.
- Irregularidad en el horario de las comidas.
- Estrés.
- Sedentarismo
- Sobrepeso
Por lo tanto, lo ideal, si padeces los síntomas, es que empieces por modificar tus hábitos e implementar una alimentación saludable:
- Moderar el consumo de alimentos irritantes o con mucha grasa.
- Incluir en la dieta alimentos con probióticos, benéficos para el intestino.
- Tomar 6 a 8 vasos de agua al día
- Consumir bastante fibra, como frutas, verduras y cereales integrales y sin gluten.
- Preparar alimentos al vapor, al horno o asados. Reducir la ingesta de alimentos fritos.
- Evitar alimentos que produzcan acidez, como cítricos, picantes, tomates y algunas hierbas.
- Fraccionar la dieta en 5 momentos: 3 para las comidas principales y 2 para algo ligero.
- Evitar el consumo de alcohol, tabaco, café, chocolate, precipitantes de la sintomatología dispéptica.
También es importante enfatizar que no hay un tratamiento eficaz para todas las formas de dispepsia funcional. Este debe orientarse en función de los síntomas que presente cada paciente. No obstante, existen medicamentos que no requieren prescripción médica y que resultan óptimos para aliviar los síntomas tras la ingesta de alimentos.Uno de ellos es Stamyl, el cual está formulado con pancreatina, hemicelulasa y simeticona para tratar trastornos digestivos producidos por insuficiencia pancreática. Contribuye a aliviar la pesadez y eliminar los gases, disminuye la plenitud abdominal y mejora la digestión de proteínas, carbohidratos y grasas.No cabe duda que el mejor tratamiento para la dispepsia es la alimentación saludable y contar con un aliado para los malestares de último momento. Lleva contigo Stamyl y se testigo de sus efectos.